Llevo realizando tratamientos de problemas neurológicos (mayoritariamente hemiplejias del adulto) desde que terminé la diplomatura de fisioterapia en el año 2000.

Todos estos años de trabajo me han hecho entender “el camino” por el que tienen que viajar estas personas y sus familiares. Debido al tipo de trabajo que se tiene que realizar, terminas teniendo un vínculo afectivo muy importante con ellas. Admiras su lucha, tenacidad y capacidad de aceptación de la realidad.

Y es que no queda otra opción. Como decía Silvia Abascal en su libro “todo un viaje”:

“la recuperación de un daño cerebral no es un intensivo de un par de semanas. Necesita de meses o años. Necesita de un tiempo indefinido. Para miles de gravísimas secuelas, la recuperación no es una meta, sino el camino por el cual transcurre la totalidad de una vida”.

Cuando una persona sufre un accidente cerebro-vascular, supone un cambio absoluto en su vida. No sólo para la persona que lo sufre, sino también para sus familiares.

Tras muchos años compartiendo este cambio en la vida de mis pacientes, me he dado cuenta de que mucho de ellos se sienten perdidos. No saben cuál es el camino que deben de coger. Tras su estancia en el hospital, comienzan la rehabilitación neurológica en la sanidad pública durante un tiempo. Y sienten que su tiempo se está agotando.

Desde mi experiencia, quisiera ayudar a estas personas en su viaje, guiándoles y aconsejándoles. Porque, aunque estadísticamente se considere que el primer año es muy importante para la recuperación de las secuelas, mi experiencia me ha demostrado que si el trabajo continúa y mantienen la esperanza, las fuerzas y el ánimo, el avance también continúa.

Pasito a pasito, pero avanzando, al fin y al cabo. No hay un “no puedo”. Es el “no puedo, por ahora”.

Por supuesto nadie puede sentenciar hasta dónde podemos llegar, pero que llegaremos más allá de donde estamos, no cabe la menor duda.

Una parte importante de la reeducación neurológica es el “apoyo psicológico”. Y digo apoyo porque, sin ser profesionales de la salud mental, trabajamos con personas, por lo que en ningún momento podemos disociar el tratamiento de su lesión de la situación en la que se encuentra y todo lo que esto conlleva.

El otro día hablando con una de mis pacientes, tras 4 años de tratamiento en el centro de Fisioterapia y Osteopatía Eguzki, me alegró escucharle y verificar cuánto había avanzado en su recuperación, y no sólo a nivel físico, que también, sino como persona. Ella misma me decía que mirando ahora hacia atrás, y aun sabiendo que tiene secuelas que probablemente no la abandonen del todo nunca, se sentía mejor que antes de sufrir el ICTUS. Y creía que su accidente le había ayudado a enfrentarse a muchas cosas en su vida. Coger el rumbo hacia otro lado, avanzar hacia un lugar mejor.

Y esta es la actitud!! Sé que muchos piensan que es fácil hablar desde una posición de “no enfermedad”. Es absolutamente cierto que es un «viaje» difícil de experimentar en tus propias carnes y no dejarte llevar por el pesimismo y la angustia. Y que las expectativas son muy diferentes según el tipo de lesión, edad del paciente, estado de salud previo a la enfermedad…. Sí, todo esto cambia mucho la visión de futuro. No obstante, yo suelo decirles una cosa. «Si tienes como referencia tu «vida anterior», te será mucho más difícil ver los progresos que vas realizando. Pero si tienes como referencia el primer día en que sufriste el accidente, entonces la perspectiva cambiará. Cada paso, por pequeño que sea, lo sentirás como un paso gigante en la recuperación. Aférrate a eso y sigue luchando». («Hoy parece que siento algo el dedo meñique de la mano. Hoy me resulta más fácil levantar la pierna pléjica, parece más larga.  Hoy me pueden vestir sin perder el equilibrio, pueden ponerme el jersey sin que me duela el hombro. Hoy he podido ir sólo al baño…»….)

Y creedme si os digo que llevo tantos años compartiendo las dificultades que se le presentan a mis pacientes, que creo que sí que puedo decir que les entiendo. He sufrido con ellos, he intentado animarles y hasta yo misma he sucumbido a la desesperanza en días flojos. Pero al día siguiente les veo luchar, les veo el avance, veo la luz al final del túnel….. Es más….. en cuanto puedes adaptarte a la oscuridad, observas que van apareciendo pequeños focos de luz a los lados, que te van indicando el camino.

Con todo esto sólo quiero dar un aire de esperanza y un impulso de fuerza por luchar para aquellos que estén pasando en estos momentos por una situación similar. Sólo 3 palabras: TRABAJO, CONSTANCIA Y ACEPTACIÓN.

Con trabajo, tiempo y una rehabilitación especializada en neurología, el avance (mayor o menor, más rápido o más lento), está asegurado….

Ahora quería ofreceros algunos consejos sobre cómo elegir una reeducación MOTORA adecuada al paciente neurológico, ya que debemos tener en cuenta otras terapias necesarias según la lesión; como la logopedia, psicoterapia, terapia ocupacional…

La reeducación motora consiste en la facilitación de los patrones de movimientos correctos (marcha-caminar, motricidad de la extremidad superior, motricidad fina de la mano), coordinación inter e intramuscular, equilibrio….;

–      Sesiones individuales. A poder ser, en un ambiente que favorezca la concentración del paciente (sin distracciones ni ruidos).

–      Sesiones de ¾ hora ó 1 hora por paciente.

–      En la sesiones habrá una serie de trabajos a realizar, todos con el fin de mejorar la autonomía del paciente:

1. Conseguir un adecuado tono muscular, necesario para conseguir un patrón de movimiento normal: Esto se realiza mediante masajes, estiramientos musculares y fasciales y recentraje de las articulaciones afectadas.

Un tono postural normal es aquel que es lo suficientemente alto para contrarrestar la fuerza de gravedad pero a la vez lo suficientemente bajo para permitir el movimiento.

Un movimiento normal tiene siempre un objetivo (consciente o inconsciente), es energéticamente económico, adaptado (según circunstancias), coordinado (tanto espacial como temporalmente) y puede ser voluntario, automático o automatizado.

2. Alineación de los segmentos corporales:

Una alineación errónea genera sobreestiramiento de algunas estructuras del cuerpo por un lado, y acortamiento y excesiva  compresión en otras estructuras por otro. A nivel articular, una alineación incorrecta crea un eje de movimiento modificado. Este eje de movimiento incorrecto, generará un patrón de movimiento incorrecto y provocará un exceso de activación muscular.

3. Sensibilización o desensibilización de las terminaciones nerviosas (zonas hipoestésicas-zonas hiperestésicas). Trabajo con diferentes texturas, formas y temperaturas (estereognosia)

4. Inhibición de las reacciones asociadas (clonus, espasmos, movimientos distonicos….)

5. Trabajo de equilibrio (reacciones de equilibrio, enderezamiento,  y apoyo: Reacciones de equilibrio son, por un lado, reacciones de equilibrio propiamente dichas (cambios de tono muscular que se producen constantemente para mantener el equilibrio), reacciones de enderezamiento (reacciones para recuperar el equilibrio como cuando, por ejemplo, te empujan) y reacciones de apoyo (utilizo brazos, manos, piernas y pies para recuperar el equilibrio).

6.  Una vez por semana o mínimamente cada 15 días, realizar tratamiento craneal para liberación de la base del cráneo (mejora de la circulación cerebral). Es importante entender que la lesión no está en la pierna o el brazo pléjico, sino que se trata de una muerte neuronal a nivel cerebral.

Esto significa que todos los trabajos anteriormente mencionados van dirigidos a ayudar SNC a generar nuevas conexiones neuronales gracias a la plasticidad cerebral y los mecanismos de neurogénesis.

Si en vuestros tratamientos, encontráis todos estos puntos de trabajo, estáis por el buen camino y es seguro que habrá avance. Si por el contrario echáis algo en falta, ya sabéis donde estamos;

CENTRO DE FISIOTERAPIA y OSTEOPATÍA EGUZKI, DURANGO.

«Los que aseguran que es imposible no debería interrumpir a los que estamos intentándolo». THOMAS ALVA EDISON.

Sonia Boisa Castelao

Fisioterapeuta colegiada nº3

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