Osteopatía visceral

El ser humano es un todo: un conjunto de huesos articulados, de músculos que le permiten moverse y de nervios, glándulas y vísceras que aseguran el funcionamiento del conjunto. La vida es movimiento, ritmo, intercambios, adaptaciones constantes a situaciones nuevas, asimilación, rechazo, defensa, etc. hasta la muerte, en la que aparentemente todo se detiene.

En la vida diaria, los músculos esqueléticos son las herramientas que llevan a cabo nuestras actividades. Las vísceras son los medios a través de los cuales se satisface la demanda energética y el mantenimiento de los músculos y se eliminan los desechos. Sin una comunicación continua y altamente integrada de estos sistemas el cuerpo no podría alcanzar el equilibrio.

Las vísceras tienen libertad de movimiento gracias a las serosas que las envuelven, las que a su vez constituyen superficies de deslizamiento. Las cavidades abdominal, pelviana, torácica y craneal poseen conjuntos de vísceras móviles.

Existen numerosas patologías dolorosas del aparato locomotor detrás de las cuales subyace una fijación visceral (la víscera deja de ser libre en la cavidad a la que pertenece y se solidariza con otra estructura). Esta relación se produce mediante los reflejos viscero-somáticos.

Los reflejos somato-viscerales y viscero-somáticos se conocen desde hace mucho tiempo. Esta clase de interacciones reflejas son muy importantes en la práctica y la comprensión del diagnóstico y tratamiento palpatorio osteopático. Un ejemplo conocido de un reflejo víscero-somático es el dolor y la rigidez muscular del hombro izquierdo que se observa al comienzo de un infarto de miocardio. El estímulo nociceptivo del miocardio comprometido (una estructura visceral) estimula no sólo las vías que se interpretan como dolor de hombro (estructura somática), sino que también provoca la activación de las neuronas que inervan la musculatura del hombro, lo que provoca un aumento de tono (contractura).

Inversamente, la actividad de una estructura somática puede modificar la función visceral. Por ejemplo, la estimulación de la piel del abdomen modifica la actividad intestinal. Esto es debido a que la información que llega al sistema nervioso central desde las estructuras viscerales converge con la información aferente somática.

Estas relaciones también subyacen al fenómeno inverso, el del reflejo somato-visceral, en el que el estímulo de entrada somático altera la respuesta visceral. (bloqueo vertebral- problema visceral)

Manipulaciones

En el Centro de Fisioterapia y Osteopatía Eguzki, nuestra misión como osteópatas consistirá en poner de manifiesto esas fijaciones viscerales o pérdidas de movilidad. Después de detectarlas, el tratamiento irá encaminado a estimular la víscera y a restituirle su movilidad fisiológica primaria.

Las manipulaciones viscerales son maniobras específicas y SUAVES, mediante las cuales se reactiva la movilidad o la motilidad del órgano. Cuanto más preciso sea el movimiento, menos intensa debe ser la fuerza de manipulación.

En el Centro de Fisioterapia y Osteopatía Eguzki, ya desde hace años hemos integrado las manipulaciones viscerales en nuestro arsenal terapéutico para aportar un enfoque más integrador a nuestros tratamientos.

Referencias bibliográficas:

Fundamentos de medicina osteopática.
American Osteopathic Association
Principios de neurociencia. Duane E. Haines
Manipulaciones viscerales. Jean-Pierre Barral

Arkaitz Zubieta Aguirre

Atención al paciente

Blanca González Mariscal de Gante

Fisioterapeuta colegiado nº4022

Teresa Fornies García

Fisioterapeuta colegiado nº1266

Markel Etxebarria Martín

Fisioterapeuta colegiado nº2303

Hirune Tapia Alonso

Fisioterapeuta colegiada nº1799

Eleder Gaztelurrutia Molero

Fisioterapeuta colegiado nº79

Sonia Boisa Castelao

Fisioterapeuta colegiado nº3

Javier Gómez Martín

Fisioterapeuta colegiado nº97