La «rodilla del corredor«; conocida como síndrome de la cintilla iliotibial o “síndrome del limpiaparabrisas”, consiste en la irritación e inflamación de la región lateral de la rodilla provocada por el deslizamiento repetido entre el tendón de la banda  iliotibial y el epicóndilo externo del fémur durante la flexo-extensión de la rodilla.

 

El roce es máximo en torno a los 30º de flexión de la rodilla; por ese motivo la molestia es mayor cuando el ritmo de  carrera es lento o se corre cuesta abajo, porque la rodilla está más tiempo en ese rango.

 Las principales causas que van a favorecer el síndrome son:

– Aumento del kilometraje o de la intensidad de los entrenamientos (causa principal).

– Cambio de superficie de entrenamiento (de hierba a asfalto o de llano a pendientes).

– Correr sobre una superficie muy dura (asfalto) o muy blanda (terreno embarrado).

– Correr en fuertes pendientes (montaña).

– Correr con calzado gastado en la parte externa del talón.

 – Cintilla iliotibial acortada o demasiado tensa.

– Alteración en la biomecánica de los miembros inferiores (asimetrías, genu varo, genu valgo, rotación interna de la pierna).

– Poca flexibilidad y desequilibrios de los músculos de las extremidades inferiores.

– Debilidad de los músculos abductores de la cadera.

Tratamiento

En primer lugar es necesario dejar de rodar; ya que la modificación de la actividad es imprescindible para obtener una mejoría significativa.

Si no se quiere perder todo el progreso en el entrenamiento, se puede indicar natación sin patada o bicicleta en tandas cortas y con el sillín muy alto para que el miembro inferior esté bien estirado y evitar flexiones de rodilla mayores de 30º; siempre y cuando no se reproduzca el dolor durante o después del entrenamiento.

– Estiramientos pasivos del tensor de la fascia lata (TFL), del glúteo medio, de los flexores de cadera, de los isquiotibiales y de los flexores plantares.

– Masaje Cyriax sobre la cintilla iliotibial

– Presión isquémica sobre los puntos gatillo de TFL y glúteo medio.

– Fibrólisis diacutánea para liberar los distintos planos de deslizamiento del TFL con los músculos del muslo.

– Autoestiramientos de los músculos citados anteriormente.

– Aplicación de hielo en la cara externa de la rodilla.

En el centro de Fisioterapia y Osteopatía Eguzki aplicamos diferentes tratamientos en el ámbito deportivo para que los amantes del ejercicio puedan volver a su rutina deportiva lo más rápido posible en las condiciones óptimas.

 

Markel Etxeberria Martin

Col. nº 2303

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