El desarrollo motor del niño es uno de los pilares principales en su desarrollo cerebral infantil. En los primeros años de la vida del ser humano, el niño va a pasar por diversas etapas, comenzando por el control cefálico, arrastre, continuando por el gateo, andar, después correr y saltar.

La edad en que unos niños y otros pasan por dichas etapas puede variar, presentando una ventana temporal amplia. Sin embargo, cuando un niño no ha realizado un desarrollo motor completo, nos podemos encontrar con problemas de organización cerebral que puede influir posteriormente en su vida adulta.
Ejemplo: Un desarrollo incorrecto del sistema vestibular, nos da como consecuencia un niño torpe y con poco equilibrio. Pero habría que añadir, igualmente, que el sistema vestibular está íntimamente ligado al sistema visual. El sistema visual es fundamental para ubicarnos en el espacio. Por lo que las dificultades de equilibrio  están asociadas en muchas ocasiones con la falta de organización espacial. Derecha, izquierda, arriba, abajo… Estas coordenadas, que se desarrollan a partir de la integración neuromotriz, se usan constantemente en el trabajo académico.

Ahora la pregunta sería, por qué un niño no desarrolla completamente su sistema vestibular o visual?, o  por qué se saltan hitos motores?

Respuestas hay muchas y muy complejas. Esto nos obliga como buenos profesionales a mantener una terapia interdisciplinar (pediatras, optometristas, neurólogos, psicopedagogos, psicomotricistas.…)

No obstante, lo que podemos sacar en claro, desde el punto de vista de nuestra profesión, como osteópatas que somos, es que pueden existir lesiones estructurales en el sistema musculo-esquelético y cráneo-sacro, que impidan el correcto desarrollo motor del niño.

Por ejemplo, un pequeño bloqueo de la lumbar en extensión, le dificultará al niño la flexión de la columna. Serán esos niños que no vemos que se cojan los pies, ni que se lleven el dedo gordo del pie a la boca (un hito motor importante para el desarrollo motor, la exploración de su cuerpo y el desarrollo de la propiocepción).

Esa tensión lumbar, puede que le moleste en un inicio (niños que están incómodos cuando les acurrucas y que constantemente empujan hacia atrás de la columna), pero al cabo del tiempo el niño toma como “normal” ese estado de su columna y el cuerpo se desarrolla con esa limitación funcional, lo que probablemente tenga consecuencias en su vida adulta.

En próximos blogs iremos informando sobre que es normal y que no en el desarrollo motor del niño e iremos comentando pequeños consejos que a los padres os puedan ayudar.

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Sonia Boisa Castelao

Fisioterapeuta Colegiada nº3

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